Momentos de la Evaluación

19.07.2014 14:16

Cuando hablamos de Momentos de la evaluación, estamos dando respuesta a la pregunta ¿Cuándo evaluar?

Los diversos momentos de la Evaluación en el ámbito educativo son:

Evaluar al principio: evaluación diagnóstica

Siempre: evaluación por procesos.

Al final: evaluación de cierre

Estos tres momentos constituyen lo que hoy llamamos, proceso  de evaluación

 

Evaluación diagnóstica

 

Este momento de la evaluación permite comprender, determinar, caracterizar, reconocer, y valorar el entorno, los sujetos y las interacciones sociales que se suceden o se pueden desarrollar en un proceso educativo o administrativo.

 

La evaluación diagnóstica no es para encasillar, juzgar o discriminar a los sujetos que conviven en una comunidad educativa o administrativa. Si este es el resultado de la evaluación, entonces no hay diagnóstico, sino, persecución, desvirtuación, estigmatización,  y maltrato del contexto.

 

Gracias a la evaluación diagnóstica podemos emprender un mejor proceso educativo o administrativo respetando y valorando las riquezas individuales, y atendiendo aquellas deficiencias o errores detectados.

 

La evaluación diagnóstica en conjunto con la aplicación de diversas dinámicas de integración y motivación, constituyen la primera estrategia de interacción afectiva y cognitiva con nuestros estudiantes.

 

Es a partir de la evaluación diagnóstica que podemos replantear el plan de estudio y sistema de profundización a seguir en un contexto educativo determinado. No hacer una evaluación diagnóstica es desconocer la historia cognitiva de nuestros estudiantes; este desconocimiento nos puede conducir al maltrato cognitivo y emocional de cada uno de ellos.

Evaluación por procesos

 

Esta evaluación atiende en forma sincrónica y diacrónica las diversas variables de aprendizaje en los estudiantes y en el sujeto que orienta el proceso de enseñanza.

 

En la evaluación formativa el aprendiz tiene la oportunidad de descubrir y corregir sus errores, aprende mientras resuelve un taller o formato valorativo, construye y valora conocimientos en forma individual o en equipo.

Véase el gráfico o cuadro comparativo que sigue sobre el mérito y valor de la evaluación  formativa y sumativa

 

Evaluación de cierre

 

Permite hacer un pare al final de cada período para intensificar la complejidad de los diversos temas vistos a través de una sola evaluación. Cuando se hace un examen o previa al final de un período escolar para determinar qué sabe un aprendiz, se está desarrollando una evaluación sumativa.

 

Es un hecho que para alcanzar el aprendizaje significativo no se puede asumir la evaluación como una dinámica meramente sumativa donde una previa o examen determina cuánto sabe o cuánto está formado un sujeto.

Generalmente suele emplearse el examen como medio exclusivo de evaluación, aplicando evaluaciones sumativas continuas, que son consideradas como elementos válidos de comprobación. Pero el aprendizaje no consiste en una suma de datos (Tenutto, 2000), es un proceso permanente; por tanto, nuestras evaluaciones sumativas no son procesos terminados, son dinámicas complementarias que en vez de cerrar puertas y concluir un camino, por el contrario, las abren, las inician.

 

Si en el compromiso de enseñar, la evaluación sumativa se torna en una experiencia sensible y pluridimensional, esta permitiría complementar los diversos procesos de evaluación desarrollados antes de esta experiencia. Recordemos, evaluar es valorar, dialogar y comprender procesos de aprendizaje.

 

En síntesis, la evaluación sumativa no es ni mala ni buena; lo que la hace inadecuada es el manejo que se le da.