EL ARTE DE SER PAPÁS

El arte de ser papás

Todos estamos ansiosos por “vivir la experiencia de ser papás”, pero en realidad lo estamos haciendo. Lo menciono ya que una estudiante de mi grado está en embarazo, y en un escrito se refirió hacia mí con esa expresión o calificativo “mi segundo papá”.

Siempre se ha  dicho a nuestros estudiantes que el colegio es su “segundo hogar”, pero hacemos de ese lugar o sitio su segundo hogar. Creo que no. En la mayoría de las casas resaltamos solo las cualidades y acciones negativas, y dejamos a un lado las positivas.

Donde hace siglos (o creo que donde el inicio de la humanidad) las personas reconocemos gestos, rasgos en los demás que dicen más que mil palabras. Cada hijo igual. Preguntar es fácil. Porque no lo hacemos con ellos respecto a que te pasa, cuéntame tu tristeza, felicidad, enojo, alegría, satisfacción, preocupación, háblame de tu amor, tus miedos, tus logros, tus penas, etc.

Creo que es fácil escuchar, así uno y el otro se siente vivo, y si no sabes la respuesta consúltala, pregúntale a otro que supone sabe la respuesta.

Yo lo hago, creo que no: algunas veces, solo escucho, solo pregunto; pero no doy respuesta.

¿Papá porque el agua moja? ¿Qué se siente estar embarazada?

Yo tengo un problema: “voy a ser abuela”.

José María Córdoba. 2014